“La memoria pincha hasta sangrar
A los pueblos que la amarran
Y no la dejan andar
Libre como el viento”
(Leon Gieco)
Cada año en la Plaza de Mayo, se reúnen cientos de banderas, agrupaciones estudiantiles, sociales, políticas y culturales, familias enteras y miles y miles de personas que podríamos preguntarnos:
¿Por qué lo hacen? ¿Qué sentido tiene este acto sociopolítico? ¿Qué fuerza los empuja?
Hace 48 años, nuestro país se vio sometido a la atroz y perversa violencia de la dictadura cívico militar, llevada adelante por el “Proceso de Reorganización Nacional” que atravesó a cada sector de la sociedad. El 24 de marzo de 1976 se desplegó el horror para adormecer y disciplinar al pueblo, para perseguir y destruir toda resistencia.
Miren las fotos, miren esos rostros… esos pañuelos, esos carteles, son quienes recordamos hoy y siempre. Son nuestros familiares, nuestros compañeros y compañeras. Son a quienes extrañamos, reivindicamos y, en su gran mayoría, seguimos buscando, porque 48 años después del golpe, miles y miles de cuerpos siguen desaparecidos.
Por eso hoy estamos acá, para romper con los pactos de silencio que nos siguen impidiendo saber dónde están los desaparecidos. Hoy, nos reunimos para apropiarnos de la valentía y el compromiso inigualable de las madres y abuelas con su ferviente pañuelo blanco y los artistas que con su puño y letra ayudaron a denunciar y poner palabras, resignificando las heridas individuales en una potente fuerza colectiva.
Hoy nos reunimos, para ratificar la necesidad de educar en la memoria para construir el futuro. La memoria que hoy rescatamos es la condición indispensable para que haya justicia. Hoy los invitamos a reflexionar sobre nuestras prácticas como ciudadanos atravesados por estos sucesos dolorosos. Un país que olvida es un país que puede repetir la historia.
Por eso seguiremos en las calles, en las aulas, en los lugares de trabajo, con la palabra y la acción, con el voto y con la organización popular, para no permitir que nos roben el sueño de una patria justa, solidaria y feliz como la que soñaban quienes fueron parte de 30.000 luchas que llevamos como bandera.
El próximo domingo con la fuerza del pueblo nos veremos en las calles, para volver a gritar a 40 años de democracia “Nunca más”. Con Memoria, con Verdad y con Justicia. Siempre.
Azul Garcia 4° 3ra - TT
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